!!!!NEYMAR!!! Y COMPANIA

Neymar parecía acorralado en la posición de extremo izquierdo. Se encontraba cercado por dos defensores mexicanos, en las proximidades de la línea de fondo. Pero, en el centro del área, Jô estaba con los cinco sentidos en alerta. “De él tenemos que esperarlo todo. Así que me coloqué allí para esperar su pase”, afirma el ariete en declaraciones a FIFA.com. “Imaginé que lograría escaparse de ellos y enviar un balón”. Por supuesto, ese balón llegó. El nuevo refuerzo del Barcelona se escabulló de sus marcadores haciendo gala de una gran inventiva y habilidad, y mandó el esférico hacia su compañero, quien puso el 2-0 a favor de Brasil. Eran los compases finales del choque, al igual que contra Japón, cuando el jugador del Atlético Mineiro recibió una precisa asistencia de Oscar al término de un contragolpe, que aprovechó para sentenciar con el 3-0 a favor de la Seleção. Así está siendo la vida de Jô dentro de la cancha: en su club es el punto de referencia del ataque más productivo de la Copa Libertadores, y con el combinado nacional tiene el privilegio de recibir un genial pase de Neymar en un encuentro o ser habilitado por Oscar al siguiente. Una inmejorable compañía. “Feliz el delantero que tenga a esa gente a su lado”, dice sonriendo. “En el ataque del Atlético Mineiro hay tres grandes jugadores: Ronaldinho, Diego Tardelli y Bernard, que está conmigo aquí en la selección. Y ahora tengo la satisfacción de jugar con más estrellas

                     

Un momento único Es cierto, aunque de nada servirían el altruismo y las jugadas de sus compañeros si él no estuviese listo para cumplir con su parte. “También me alegra conseguir hacer los goles”, reconoce. Ahora mismo, atraviesa una fase apasionante. Cuando Luiz Felipe Scolari anunció la convocatoria para la Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013, el nombre de João Alves de Assis Silva, de 26 años, no figuraba en ella. En un primer momento, los delanteros centro iban a ser Fred, titular indiscutible, y Leandro Damião, la revelación del Internacional de Porto Alegre. Sin embargo, durante los entrenamientos en Goiânia, Damião sufrió una lesión muscular, justo en vísperas del torneo intercontinental. Y Jô recibió una inesperada llamada telefónica: al otro lado de la línea estaba Felipão, quien le dijo que se incorporaría a la selección, en un principio de manera provisional, ya que todavía no se conocía el diagnóstico de Damião, ex compañero suyo en el Internacional. “Estaba de vacaciones, en Río de Janeiro, descansando en mi casa. De noche, iba a volver a Belo Horizonte. Al recibir la llamada, me llevé una gran alegría. Lo primero que hice fue hablar con mi padre, con mi esposa, con mi familia. Poder estar aquí es una emoción muy grande”. De esta forma, a última hora, el atacante de 1,89 m de estatura llegó a la selección, y en cierto modo está realizando su contribución también a última hora: en dos partidos, salió del banco de reservas para sustituir al experimentado Fred, y en ambas ocasiones ha conseguido perforar la meta contraria en su primer remate entre los tres palos. “También he tenido la suerte de estar en el momento adecuado. Está saliendo todo muy bien, ¿no? Espero poder hacer más”, cuenta el punta, que ha recibido asimismo los elogios de Scolari por su participación en las acciones aéreas y por ejercer de pivote para los hombres que llegan desde atrás. Esta es solo la segunda competición oficial de Jô con el mítico uniforme amarillo y azul, después de ser convocado por Dunga para el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Pekín 2008. Por lo tanto, ha tenido que esperar cinco años para volver, y de qué manera lo ha hecho. “No imaginaba todo esto en la selección brasileña, claro que no, pero por eso el fútbol es lindo. Da muchas vueltas, y he conseguido mi oportunidad”, señala. No cabe duda de que jugar en compañía de futbolistas de tanto talento representa una ocasión única. Y siempre que uno esté dispuesto y preparado para disfrutarlo, no importará la hora a la que le llamen.